Alternativas saludables y ecológicas para la menstruación
Muchas veces auto-limitamos nuestras alternativas a aquello que nos presenta la publicidad. Si no sale en la tele, entonces no existe. Por muchos años utilicé toallitas higiénicas (que de higiénicas no tienen nada) y tampones, porque simplemente no me cuestioné la enorme cantidad de desechos que generaba cada mes. Si a eso le sumamos el desagrado que solía ser “andar con la regla”, menos me interesaba el tema. No fue hasta una conversación con mi primera profesora de yoga que “me cayó la teja” de que existían alternativas. Cuando me habló de la copa menstrual mis primeras reacciones fueron “Pero qué asco!, ¿Y tienes que tocarla para sacártela? y tocas la sangre, !puaj!”. Sin embargo, sus palabras siguieron retumbando en mi cabeza hasta que me decidí a investigar más. Busqué información y testimonios en internet, y a las mujeres que lo habían probado les había gustado mucho. Además no estaba asociado al síndrome del shock tóxico (la peor pesadilla cuando usas un tampón) y estaba f